El administrador de fincas es una persona clave en la gestión de comunidades, pero ¿sabes cuál es la función de esta profesión? Descubre todo lo que necesitas saber sobre la contratación de un administrador de fincas.

¿Tu comunidad está considerando contratar a un administrador de fincas? La gestión de la propiedad es una disciplina compleja. Es por esto que la mayoría de las comunidades hoy en día optan por dejarla en manos de profesionales calificados.

A continuación, explicaremos en detalle qué hace un administrador de fincas qué funciones tiene y cómo se benefician los inquilinos y propietarios de tener a alguien que ostente este puesto.

 

¿Qué es un administrador de fincas?

Los administradores de fincas o community managers son profesionales especializados en la gestión de inmuebles rústicos y urbanos. Esta figura está definida como loa persona encargada de administrar los elementos comunes en una comunidad de propietarios. También son responsables de administrar fincas rústicas y urbanas de terceros. Si eres trabajador en el Régimen General de la Seguridad Social, puedes aprender cómo ser un Administrador de Fincas haciendo uno de nuestros cursos bonificados para trabajadores.

Como te contamos a continuación, las funciones de un administrador de fincas, por su propia naturaleza abarcan una amplia gama de procedimientos. Los administradores de fincas actúan como gerentes, administradores, secretarios, contables y mediadores en las reuniones de la comunidad. También brindan asesoría profesional en todos los asuntos que afectan a la comunidad.

 

Administrador De Fincas

 

Funciones de un administrador de fincas

Los deberes, derechos y funciones de los administradores de fincas están definidos en el artículo 20 de la Ley de Propiedad Horizontal. Según la normativa, los administradores son responsables de la administración de las propiedades urbanas y rústicas. Así como del buen funcionamiento de los inmuebles, de sus objetos y servicios, así como de tomar las medidas necesarias para asegurar la adecuada protección y el cumplimiento de la ley.

Los administradores de fincas también actúan como líderes de la comunidad local, supervisando y controlando a los proveedores, instruyendo a los empleados de la propiedad o tomando las medidas necesarias para solucionar averías que puedan ocurrir en la comunidad. También se incluye negociar con los bancos, administraciones públicas y organismos tales como el Ministerio de Hacienda y Seguridad Social para acordar las mejores condiciones financieras y de servicio para la comunidad.

De igual manera, el administrador de fincas es quien lleva la contabilidad de la comunidad y se encarga de elaborar un plan de gastos previstos y proponer los fondos necesarios para cubrir dichos gastos. Esto luego se somete a la aprobación de la Junta de Propietarios. Estos profesionales también se encargan de facturar, realizar y cobrar los pagos necesarios para realizar obras aprobadas por la Junta. También se encargan de gestionar tareas como los cobros de recibos de inquilinos y propietarios.

También se desempeña como secretario de la comunidad. En este contexto, sus funciones principales son la gestión de actas de  la Junta y documentos relacionados con la comunidad. Asimismo, son responsables de la emisión de informes sobre las deudas de la comunidad y la gestión de las deudas de morosos.

 

Los administradores de fincas actúan como consultores y asesores en diversas materias, entre otras podemos destacar:

Asesoramiento inmobiliario: alquiler, venta, arrendamiento, IBI, reformas de viviendas, valoraciones de inmuebles e informes periciales.

Propuestas Económicas: Presupuesto, Liquidación, Ingeniería de Impacto…

Consultas fiscales: pago de impuestos como el IVA o el IRPF, alta en el censo, liquidación, actualización de las normas de las juntas de vecinos, etc.

Asesoramiento técnico en aspectos arquitectónicos, industriales o de servicios que afecten a la propiedad.

Asesoramiento laboral: contratos, riesgos laborales, trámites con la Seguridad Social y SEPE, etc.

 

¿Es obligatorio tener un administrador de fincas?

La Ley de Propiedad Horizontal describe las normas, derechos y responsabilidades de las comunidades de vecinos, pero no impone la obligación de tener un administrador de la propiedad. De acuerdo con esta regla, cualquier propietario puede ejercer estas funciones, que normalmente están bajo la autoridad del presidente de la comunidad.

Sin embargo, la carga de trabajo y el tiempo involucrados en la gestión de estas fincas pueden ser prohibitivos para los propietarios. Estos suelen carecer de los conocimientos necesarios para gestionarlas adecuadamente. Por lo tanto, aunque la gestión de la propiedad es opcional, la mayoría de las comunidades aledañas optan actualmente por contratar a estos profesionales para una gestión óptima.

 

Ventajas de contratar un administrador de fincas

Profesionalidad

El administrador de fincas es un profesional colegiado. Esto que cuentan con la formación, las competencias y la experiencia necesarias para el correcto desempeño de sus funciones.

Seguridad jurídica

El Colegio de Administradores de Fincas de las comunidades autónomas también asegura las acciones de sus miembros con dos tipos de seguros: la garantía de la asociación de hasta 30.000 euros en caso de discrepancias o pérdidas en la gestión económica y el seguro de responsabilidad civil de hasta 30.000 euros. Esto puede ascender  hasta 1,2 millones de euros por violación o denegación de servicio.

La comunidad también tendrá seguridad jurídica en caso de tener que acudir a los tribunales, ya que puede solicitar los servicios jurídicos del Colegio de Administradores.

Ahorro económico

Gracias a una formación especializada en gestión de fincas, los community managers pueden aportar una perspectiva más profesional y precisa sobre diversos temas de gestión de comunidades y evaluar las soluciones más adecuadas y beneficiosas en cada caso. Esto supone un ahorro para todos los propietarios e inquilinos.

Las subvenciones son un buen ejemplo de los beneficios de estos servicios profesionales. Los administradores de fincas disponen de información actualizada sobre estas ayudas y los trámites administrativos a seguir para solicitarlas Esto simplifica enormemente el proceso burocrático.

Arbitraje y mediación

Lograr el consenso en una sociedad donde los propietarios tienen intereses en conflicto puede ser una tarea difícil. En tales casos, el administrador de fincas puede actuar como mediador para facilitar el proceso o desempeñar una función arbitral, evitando así acudir a los tribunales.

 

Conclusión

Aunque los honorarios del administrador de fincas suponen un gasto adicional para la comunidad, la prestación de estos servicios profesionales también aporta claros beneficios a la administración de la comunidad de vecinos. Al elegir un administrador de fincas, asegúrese de que sea un profesional registrado y conozca más sobre sus servicios o experiencia en una comunidad similar a la suya. Aprende cómo convertirte en Administrador de Fincas haciendo alguno de nuestros cursos gratuitos para trabajadores.